La forma en que la ansiedad afecta al deseo sexual puede ser diametralmente opuesta en cada persona. Mientras que a unas las lleva al borde de la apatía sexual al reducir su libido a la mínima expresión, otras ven aumentar sus apetitos sexuales. Esto dependerá tanto de los niveles de ansiedad como de la forma en que cada persona la procesa.
El exceso de ansiedad tiene la facultad de absorber nuestra atención casi por completo. Esto nos imposibilita de dedicarle tiempo a otros asuntos que la mente en ese momento considera secundarios ante la angustia que nos despierta la ansiedad. Por lo tanto, la sexualidad pasa a estar relegada a planos menos preponderantes en nuestra vida.
Relación entre la biología y la ansiedad
Existen muchos casos de mujeres que no logran quedar embarazadas por más que lo intenten y aunque no tengan ninguna patología física que se lo impida. Ante esta imposibilidad, su ansiedad crece y esto las aleja aún más de concretar el deseo de concebir. La explicación es muy sencilla: cuando el organismo entra en un elevado estado de ansiedad, los sistemas del cuerpo se preparan para repeler los peligros que los amenazan y para huir. Por lo tanto, se segregan ciertas hormonas que inhiben la posibilidad de concebir, así como se produce un cese en la secreción de las hormonas encargadas de elevar la libido.
Cuando la mente se ancla en pensamientos negativos y deja que los miedos tomen lugar, el deseo sexual simplemente no se detona, sino que resulta diezmado por los potentes temores que invaden nuestra mente. Una fuerte presencia de miedo hace que nuestro sistema límbico ponga en alerta a todo nuestro organismo para que este se prepare para rechazar todos los peligros que se encuentren en el exterior. Al prepararse para un ataque semejante, una serie de efectos físico-químicos se desencadena en nuestro cuerpo, generando efectos tales como:
- Taquicardia
- Respiración agitada
- Exceso de sudoración
- Dilatación de las pupilas
- Contracturas musculares
- Alteración del sueño
- Trastornos digestivos
- Pérdida del deseo sexual
La sexualidad resulta afectada de forma negativa porque el propio organismo la pasa a un segundo plano. Cuando nuestra pareja nota el cambio y nos lo hace saber, nuestra ansiedad vuelve a aumentar por temor a perderla ante el hecho de no cumplir con sus expectativas. Esta situación se puede convertir en un círculo vicioso si no la atendemos solo por pensar que pronto pasará y se solucionará sola.
En esta etapa, estamos en una ansiedad de ejecución.
Qué es la ansiedad de ejecución y cómo afecta en las disfunciones sexuales
La ansiedad de ejecución consta en la preocupación excesiva ante nuestro rendimiento en las relaciones sexuales. Lo natural resulta que queramos sorprender al otro con nuestro desempeño sexual. Es por ello por lo que cuando no lo logramos, pasamos a tener miedo de no poder volver a brindar relaciones sexuales satisfactorias a nuestra pareja, así como a ser abandonados por ello. Es así que la ansiedad de ejecución pasa a dominar nuestra mente y nuestro desempeño va disminuyendo cada vez más. Esta situación nos paraliza y nos lleva a padecer los efectos negativos de la ansiedad en el ámbito sexual.
Efectos negativos de la ansiedad en el deseo sexual
La disminución o pérdida del deseo sexual afecta tanto a hombres como a mujeres. Las posibles consecuencias son las siguientes:
- Anorgasmia femenina
- Eyaculación precoz
- Eyaculación retardada
- Pérdida del interés sexual femenino
- Dolor genital o pélvico en la penetración
- Pérdida del deseo sexual masculino
- Disfunción eréctil
Factores que nos llevan a la ansiedad de ejecución
Las causas que nos llevan a desembocar en una ansiedad de ejecución son:
- Sentirse obligado a responder sexualmente
- Miedo al fracaso
- Elevado estado de alerta
- Pensar demasiado en el otro
Tanto el hecho de sentirnos obligados a responder de acuerdo con la demanda de nuestra pareja, como el tener miedo a defraudarla debido a un rendimiento pobre, demuestran un altruismo excesivo que raya en la desviación de lo que debería ser nuestra propia satisfacción en todos los planos. Esto nos lleva a que nuestro nivel de alerta se incremente y así cada vez menos podamos solucionar el problema.
Soluciones a los problemas sexuales derivados de la ansiedad
- Dejar de ver el sexo como algo meramente físico
- Reducir el estrés
- Crear y afianzar los vínculos de confianza con la pareja
- Dejar de ver al sexo como una obligación
- Buscar ayuda profesional
Tratar de quitarnos la presión por responder de forma satisfactoria en el ámbito sexual es el primer paso hacia la solución de los problemas sexuales que han surgido a causa de la ansiedad. Cuando nada de lo que hacemos funciona, es hora de buscar a un profesional para así llevar a cabo una terapia que nos ayude a erradicar el problema de raíz.
Nuestro Centro ofrece atención personalizada para tratar problemas como disfunciones sexuales, perdida del deseo sexual, relaciones sexuales insatisfactorias por problemas de ansiedad, entre otros. Contáctanos para pedir una primera consulta:
