
Psicología Clínica
PREGUNTAS FRECUENTES
En el Centro Manuel Escudero, entendemos que antes de iniciar un tratamiento con un psicológico o psiquiátrico pueden surgir muchas dudas. Por eso, hemos recopilado algunas de las preguntas más frecuentes que nos hacen nuestros pacientes. Aquí encontrarás información útil sobre psicología clínica y otros aspectos clave de nuestros servicios.
Si no encuentras la respuesta que buscas, estaremos encantados de ayudarte. Contáctanos y resolveremos tus dudas lo antes posible.
La psicología clínica es la especialidad sanitaria de la psicología que se ocupa de la investigación, la evaluación, el diagnóstico, el tratamiento, el pronóstico, la rehabilitación y la prevención de todo aquello que pueda afectar a la salud mental, ya sea como un tratamiento en sí mismo, utilizando sus técnicas y metodología especificas o como un complemento de ciertos tratamientos psiquiátricos.
Se recomienda hacer un tratamiento psicológico cuando sufres más de la cuenta sin motivos aparentes, cuando tu rendimiento personal disminuye, si estás más triste de lo habitual y por más tiempo, si tienes miedos o bloqueos que te limitan, si no estás satisfecho con tus logros sociales o emocionales, si estás muy nervioso y no puedes controlarlo, si te sientes más preocupado de lo habitual, con demasiadas cosas en la cabeza que no logras quitarte, o si estás estresado y este estado no desaparece en un plazo razonable de tiempo.
Si eres consciente de alguno de estos síntomas o alguien te los hace notar, es el momento de acudir a un tratamiento psicológico o psiquiátrico, ya que cualquiera de estos síntomas puede ser la antesala de diversas psicopatologías, algunas de ellas severas.
Asimismo, deberíamos buscar tratamiento si ya hemos pasado por estos síntomas y sufrimos de manera manifiesta ansiedad, depresión, obsesiones o alteraciones de la conducta en cualquiera de sus formas. Retrasar el tratamiento de estos problemas de la salud mental solo genera un sufrimiento innecesario.
Por otro lado, si una persona sufre un proceso de deterioro mental y cognitivo, ya sea por la edad o por cualquier otra razón, presenta un consumo excesivo de sustancias o padece una enfermedad mental degenerativa, es la responsabilidad de sus familiares o personas más cercanas tomar la iniciativa y llevar al paciente a su centro de salud mental de referencia lo antes posible.
La psicoterapia es un proceso de rehabilitación de ciertas funciones del cerebro.
Se trata de un proceso que ayuda a comprender y cambiar nuestra manera de pensar, percibir y hacer las cosas y entender mejor lo que nos está pasando, permitiendo reconocer y expresar nuestras necesidades y objetivos, asumir nuestras responsabilidades y potenciar nuestros recursos personales.
Desde la infancia nuestro cerebro almacena datos y lo hace, en un primer momento, sin seguir método alguno para clasificarlos u ordenarlos. A lo largo del tiempo, aprendemos normas para organizar estos datos, pero muchas veces no adquirimos estrategias adecuadas para procesarlos correctamente.
Estos datos de información están presentes continuamente y nos sirven para entender el mundo que nos rodea y poder movernos en él de una forma adaptativa, es decir, comprendiendo y asimilando las normas sociales, laborales y familiares.
Pero nadie nos enseña cómo utilizar y clasificar los datos, es decir, cómo procesarlos correctamente para que no se produzcan desórdenes en nuestro cerebro.
Muchas veces, por desconocimiento de su funcionamiento, el mal uso de estos datos deriva en trastornos mentales que pueden ser leves o intensos según los casos.
Para decirlo en un lenguaje más coloquial, nuestro cerebro viene sin manual de instrucciones. Si se nos permite un símil gastronómico es como si todos tuviéramos los ingredientes para cocinar un pastel, pero nadie nos ha dado la receta, de modo que no sabemos si todos ellos son necesarios, en que cantidad utilizarlos o cuando sacar el pastel del horno.
Continuando con el ejemplo, resulta obvio que no todos los cerebros adquieren a lo largo de la vida la misma cantidad ni calidad de información; sin embargo, establecer cuáles son los correctos procesos de pensamiento para utilizar esos datos no es más que aprender una metodología para estructurar, distribuir, clasificar, graduar, ajustar y finalmente armonizar la información.
Todo esto conforma las claves de la psicoterapia. Conseguir introducir un método o programa de pensamiento propio que pueda optimizar el uso de los datos, que enseñe a pensar para adaptarse sin dificultad a las circunstancias psicosociales individuales y que en definitiva clasifique y relacione esa inmensa biblioteca desordenada que es nuestro cerebro.
Gracias a esto conseguiremos, en primer término, aumentar nuestra calidad de vida incrementando el bienestar mental y adaptándonos mejor a posibles situaciones complicadas que la propia vida o las relaciones sociales nos impongan.
Este es el verdadero trabajo y función de la psicoterapia. Es una técnica simple de entender, no obstante, necesita mucha práctica, conocer el funcionamiento de nuestro cerebro y prepararse y entrenarse con un profesional de la psicoterapia.
La psicoterapia ha demostrado, desde hace muchos años, ser una herramienta muy útil para mejorar la salud psicológica, el bienestar y la calidad de vida.
La Psicoterapia tiene finalidades muy concretas,
- cambiar o eliminar los programas disfuncionales del cerebro y
- aprender estrategias de gestión personal para incrementar el bienestar
- y eliminar las patologías psicológicas.
Ayuda a mejorar la calidad de vida de cualquier persona que tenga sufrimientos emocionales ya sea que sufra ansiedad, depresión u otros problemas psicológicos.
La psicoterapia proporciona un método para reordenar las percepciones y reorganizar el pensamiento de tal forma que podamos entender la causa de los problemas y nos facilite su superación y eliminación. En otras palabras, enseña o posibilita, a través de diversas técnicas de tratamiento, a pensar sin errores, de forma sana, y a percibir y a reaccionar de forma adaptativa ante los sucesos de la vida. La psicoterapia ayuda a cambiar los pensamientos y emociones irracionales y desadaptativos en pensamientos, emociones y conductas sanas y adaptadas.
La utilidad de la psicoterapia no es aquel tópico de “llegar a alcanzar la felicidad”, porque resulta un concepto demasiado genérico y aséptico.
Nos vamos a centrar en una finalidad muy concreta; aprender a gestionarnos mejor a no sentirnos mal. Algo tan sencillo como esto y sin embargo tan difícil de conseguir en nuestros días.
Sentirse mentalmente sano, tranquilo, bien con uno mismo y con la capacidad de conseguir todos los logros sociales que uno se proponga, es la utilidad principal de una psicoterapia.
El ser humano es el único ser que es a la vez racional e irracional. Sus perturbaciones emocionales o psicológicas en gran parte son el resultado de pensamientos erróneos e irracionales que pueden interferir en su salud psicológica y en su bienestar mental y emocional.
La psicoterapia aplicada con rigor, criterio y por profesionales experimentados, obtiene muy buenos resultados.
Los problemas psicológicos tienen solución. Se ha comprobado que la psicoterapia es un método muy eficaz, por sí misma, para curar ciertos trastornos como obsesiones, ansiedad, angustia, miedos, fobias, inseguridad, timidez, bloqueos y, asimismo, es parte fundamental y complemento imprescindible en el tratamiento psiquiátrico de problemas como depresión, trastornos de personalidad, alcoholismo, etc.
Un psicoterapeuta es un profesional de la salud mental especializado en psicoterapia, es decir, en el tratamiento de problemas emocionales, conductuales y psicológicos a través del diálogo y diversas técnicas terapéuticas.
Su objetivo es ayudar a las personas a comprender y resolver conflictos internos, mejorar su bienestar emocional y desarrollar estrategias para afrontar situaciones difíciles. Los psicoterapeutas pueden tener formación en diversas áreas como la psicología, la psiquiatría o medicina con formación en psicología.
La labor del psicoterapeuta es dirigir a la persona en este proceso rehabilitador, reflexionando con él, proporcionándole datos técnicos ya sea de psicofisiología o psicobiología, de funcionamiento cerebral, de psicopatología o de su experiencia como profesional para que, poco a poco y gracias a todos estos datos, el paciente encuentre, por sí mismo, la forma de pensar, sentir y actuar más adecuada y sana para él. Y posteriormente, entrenarle hasta que se implante y automatice este nuevo tipo de procesamiento.
- El psicoterapeuta trabaja con las personas que sufren alteraciones emocionales y les enseña que sus dificultades en gran parte son el resultado de una percepción sesgada y de un pensamiento erróneo que les hace sufrir.
- El psicoterapeuta intenta ayudar su paciente a ser una persona más racional, más eficiente y menos autodestructivo.
Descubre los elementos más dañinos del pensamiento irracional y entrena al paciente para que aprenda y automatice procesos de pensamiento más sanos.
Una sesión de psicoterapia es un proceso de rehabilitación y entrenamiento del cerebro. Su objetivo es corregir errores en el funcionamiento cerebral detectados por el especialista en el diagnóstico inicial. Estos, suelen ser errores o equivocaciones en la forma de pensar (de pensamiento) o en el enfoque (de filosofía de vida).
Estos errores pueden tener efectos nocivos, por ejemplo, es posible que originen malestar, inquietud o ansiedad, trastornos que, a la larga, pueden conducir a conductas o actitudes perjudiciales para nuestra vida, con los problemas personales y sociales que esto puede acarrear.
Además, pueden producir alteraciones en el estado de ánimo que pueden llevarnos a sufrir sensaciones muy desagradables e incluso incapacitantes como, por ejemplo, depresiones o bloqueos emocionales.
La psicoterapia comienza identificando estos errores, ya que, en la mayoría de los casos, la persona no es consciente de que su forma de pensar o su filosofía de vida, le genera malestar, alteración y determinados síntomas.
Sintomatología que suele achacar a otras causas habitualmente externas. Esto se produce porque la persona ha pensado así toda su vida y cree, erróneamente, que pensar así es normal, por el mero hecho que lleva toda su vida haciéndolo.
En la psicoterapia lo primero que se hace es encontrar estos errores, identificarlos como tales y conseguir que el paciente sea plenamente consciente de ellos.
Una vez que se han identificado estos errores, a veces muy sutiles, se comienza la labor de rehabilitación entrenando a la persona para que piense de una manera más sana.
Para esto se realiza una reflexión conjunta y razonada con el terapeuta, acerca de los planteamientos insanos que presente el paciente, que posibilite que el paciente aprenda a reconocerlos y posteriormente los erradique.
Al mismo tiempo, se intenta que comprenda y acepte conceptos terapéuticos y que los entrene y automatice enseñando de esta forma al cerebro a pensar con estos datos y conceptos nuevos, consiguiendo de esta forma un funcionamiento sano de su cerebro y aprovechar de esta forma de todos los beneficios psicológicos que esto conlleva.
Esta es una de las preguntas más frecuentes antes de iniciar terapia, y también una de las más difíciles de responder.
La realidad es que no existe una cantidad exacta de sesiones, ya que la duración del tratamiento depende de muchos factores, como la naturaleza del problema, el ritmo de avance de cada persona y el tipo de terapia utilizada.
Cada persona es diferente y reacciona de forma distinta al proceso terapéutico; por lo tanto, el número de sesiones de terapia que necesita depende del tipo de problema que se presente, del grado en que esté arraigado, de las características de personalidad, de la capacidad de aprendizaje, de la actitud ante el tratamiento y de muchas otras variables.
Es decir, cada persona necesita un número distinto de sesiones de terapia, pero cuanto más se trabaje y mejor sea la predisposición al tratamiento, más breve será el proceso.
Siempre hay que tener en cuenta que cada sesión de psicoterapia es un día de entrenamiento para conseguir la rehabilitación total del error que se quiera corregir y cuanto más se trabaje en esta sesión menos quedaran.
Tenga en cuenta que el cerebro se entrena con constancia y de esta forma se soluciona prácticamente cualquier problema psicológico.
- Uno de los primeros factores es el tiempo que lleva la persona con el problema. Por ejemplo: una persona que sufre una depresión desde hace meses suele tener un tratamiento más breve que una persona que lo sufre muchos años.
- La complejidad y severidad del problema de la salud mental que hay que tratar. (hay muchos niveles y dimensiones).
- El tomar o no fármacos puede alargar o, por lo contrario, acelerar el tratamiento.
- Compromiso del paciente con la terapia y su constancia y fuerza de voluntad. (las personas tienen que hacer un esfuerzo para mejorar y hacer las tareas impuestas por el psicólogo)
- Experiencia del especialista. Sin duda es uno de los factores más importantes. Un psicólogo o psiquiatra con muchos años de experiencia tienden a ver con rapidez el problema que sufre el paciente.
¿Qué efectos produce la psicoterapia en nuestro cerebro?
Esta técnica ha permitido observar que, después de una sesión de psicoterapia, el cerebro está más activo y funcionan áreas distintas a las que lo hacían antes de la sesión, lo que indica que se ha producido un efecto de estimulación y aprendizaje.
A nivel bioquímico, entrenar al cerebro para que funcione de manera más correcta y saludable permite un menor consumo de neurotransmisores. Además, se ha comprobado que cuando disminuyen los niveles de algunas de estas sustancias, como la serotonina, pueden aparecer síntomas como abatimiento, tristeza, fatiga, sensación de pérdida de autocontrol y, en los casos más graves, trastornos de ansiedad y depresión.
La psicoterapia entrena al cerebro para que no consuma o desgaste en exceso los neurotransmisores manteniéndolos en unos niveles adecuados para la salud.
De este modo, las personas que han sido bien entrenadas a través de la psicoterapia manifiestan sentirse mejor en todas las áreas de su vida. Experimentan una sensación de alivio, tranquilidad, “quitarse un peso de encima”, “ver las cosas con claridad”, mayor control de sus emociones y estabilidad en su estado de ánimo.
Estas sensaciones, que resultan muy satisfactorias, suelen acompañarlas durante varios días después de cada sesión de terapia. Con el tiempo y el entrenamiento psicoterapéutico, se vuelven permanentes, lo que permite que quienes han realizado la terapia experimenten una mejora en su calidad de vida y un bienestar que, antes del tratamiento, les habría parecido impensable.
¿Qué actitud ha de tener quién realiza una psicoterapia?
Es conveniente, al iniciar una psicoterapia, tener en cuenta una serie de recomendaciones que pueden ayudarnos a que esta sea más eficaz.
Los consejos para iniciar una terapia son los siguientes:
- La psicoterapia es un proceso, esto significa que dura un tiempo, en el cual debes procurar hacerla extensiva a todas las áreas de tu vida. NO lo límites al tiempo de la consulta.
- Piensa que el cerebro se entrena al igual que el cuerpo y que, con la práctica, puedes mejorar tu estado de ánimo, tu autocontrol, tu capacidad para enfrentarte a los problemas, tu adaptación al medio social y solucionar de forma más sencilla y tranquila situaciones que ahora te puedan parecer difíciles o desagradables. Tiende a pensar de forma descriptiva y, a ser posible, emplea el sentido del humor todas las veces que puedas.
- Trabaja contigo mismo fuera de la consulta siguiendo las directrices que se marquen. Esto acelerará la mejoría.
- El cambio de conductas requiere un serio trabajo personal. Esfuérzate en la medida de lo posible.
- Colabora con el terapeuta indicándole claramente todo aquello que sientes que te beneficia y aquello que notas que no te resulta de utilidad. Pregunta todo sobre el tratamiento o la terapia que tengas dudas; esto será de gran ayuda para el especialista de salud mental y para ti mismo. NO SEAS PASIVO.
- Cuanto más sincero seas contigo mismo y con el terapeuta, más beneficios personales alcanzarás.
- Adopta una actitud positiva ante la terapia. Piensa que siempre hay solución a los problemas psicológicos (que no se vea en un primer momento no significa que no la haya), solo hay que buscarla de manera adecuada y, a veces, con la ayuda de otra persona.
- No pierdas la predisposición al aprendizaje y mantén siempre una actitud permanente de escucha. Es la auténtica clave para mejorar y elevar la calidad de vida y el bienestar.
- No te subestimes. Aunque estés pasando un mal momento emocional, piensa que es posible superarlo. Otras personas lo han hecho y tú también puedes hacerlo. Eres una persona valiosa que tiene capacidad para hacer lo que te propongas.
- Piensa que cambiar la conducta, los pensamientos y las emociones es un arte y que cada persona requiere su tiempo y sus técnicas. TEN PACIENCIA: tener prisa no hace llegar antes, más bien entorpece.
- Sé responsable de tu tratamiento. La psicoterapia es un proceso que requiere una frecuencia constante en los contactos con el terapeuta. Romper este ritmo significa retrasar la curación. No faltes a las consultas con el psicólogo o psiquiatra que tengas programadas mientras dure tu terapia, pues esto puede perjudicar seriamente el desarrollo de la misma.
- No aceptes todo lo que se te diga como si fuera norma de fe, pero tampoco lo rechaces. Adopta una actitud de escucha activa y de reflexión profunda sobre todo lo que se hable en las sesiones y discútelo sin agresividad. No luches ni te enfrentes con el terapeuta, él está ahí para ayudarte.
Por último, es muy importante encontrar al terapeuta adecuado, aquel que te dé confianza (que sea un profesional con el título de especialista y colegiado), con el que te entiendas y tengas una buena relación. Si no es así, no dudes en buscar al profesional de salud mental más adecuado para ti y cambiarte.
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