¿Qué es la serotonina y por qué afecta tanto a tu salud mental?

La serotonina es una sustancia bioquímica que pertenece al grupo de los neurotransmisores y que tiene como funciones principales el control emocional, la estabilidad del estado de ánimo y la modulación de ciertos procesos físicos y neuropsicológicos, entre otros.

Un nivel sano de serotonina en el cerebro ayuda a controlar las emociones, la ansiedad, y genera sensaciones de bienestar, ya que aumenta el sentimiento de satisfacción, la resiliencia y ayuda a sentirnos más relajados.

Es importante mantener un nivel adecuado de serotonina en sangre, ya que las personas con un déficit de serotonina son propensas a tener problemas de salud mental, falta de energía, un estado de ánimo bajo, mal humor, dificultades para realizar tareas domésticas o laborales y problemas de memoria.

La serotonina se produce principalmente en dos lugares del cuerpo:

• En el intestino (aproximadamente el 90 %)La mayor parte de la serotonina del cuerpo (entre el 85 % y el 95 %) se encuentra en el sistema digestivo. Allí regula funciones como el movimiento intestinal, la secreción de enzimas digestivas y la percepción del dolor visceral.Importante: La serotonina del sistema digestivo no influye directamente en el estado de ánimo.
• En el cerebro (aproximadamente el 5–10 %)
  La serotonina que actúa como neurotransmisor se produce en unas neuronas específicas del tronco encefálico.Esta es la serotonina que afecta directamente a cómo nos sentimos:- Regula el estado de ánimo, el sueño, el apetito y el control emocional.
  – Participa en la inhibición del dolor.
  – Influye en la conducta y en funciones cognitivas como la memoria.
  – y se relaciona con trastornos como la depresión, la ansiedad o el trastorno obsesivo.

Físicamente, tampoco estás bien. Te despiertas cansado, incluso cuando has dormido ocho horas. A veces te cuesta dormir, otras te despiertas en mitad de la noche con la mente acelerada. Notas una fatiga persistente, como si no tuvieras energía ni para las cosas más sencillas. A veces tienes dolores de cabeza o molestias digestivas sin explicación aparente.

Y en tu comportamiento han aparecido formas que no son habituales en ti. Sientes ganas de comer cosas dulces o harinas (pizza, pan, pastas). Quizás buscas consuelo en forma de pasteles o chocolate. Estás evitando planes, te cuesta salir, y cuando lo haces, te preguntas si no habrías estado mejor quedándote en casa. Procrastinas, dejas tareas para después, aunque sabes que eso solo aumenta tu malestar. Todo esto te desconcierta, porque, en teoría, no “deberías” sentirte así.

Sabes que algo no está bien, pero no sabes exactamente qué, ni cómo cambiarlo.

Muchas de estas sensaciones y síntomas pueden estar relacionadas con niveles bajos de serotonina. No es falta de voluntad. Tu cuerpo y tu mente intentan decirte que algo necesita atención.

Cuando descienden los niveles de serotonina, damos más importancia de la que deberíamos a ciertas situaciones y hasta podemos potenciar los pensamientos anancásticos u obsesivos. De hecho, la tendencia a tener niveles bajos de serotonina se manifiesta de forma más evidente en personas que tienen rasgos obsesivos de la personalidad.

Un déficit de la serotonina puede causar una gran cantidad de problemas que afectan profundamente a nuestra vida y bienestar. Las siguientes funciones se ven alteradas cuando el nivel de la serotonina está bajo:

• Cambios en la salud mental, problemas de estado de ánimo tales como la
  tristeza, la depresión, la distimia, y problemas con el manejo de las emociones,
  tales como la irritabilidad, la agresividad, la inestabilidad emocional, la
  ansiedad, …
• Problemas de desempeño en la vida social, laboral, escolar y familiar
• Baja autoestima
• Problemas de sueño (falta de serotonina y melatonina)
• Problemas de memoria y concentración
• Deterioro en la percepción y la función cognitiva y las habilidades motoras
• Problemas con la regulación del apetito
• Disminución del deseo sexual
• Alteraciones en la formación y el mantenimiento de los huesos
• Problemas del intestino

Teniendo en cuenta todos esos descontroles que sufre el organismo, generados por el déficit de la serotonina, es algo que no podemos dejar pasar sin prestarle atención.

Aunque solo un profesional puede hacer una valoración precisa, hay ciertas señales que podrían indicar un descenso de serotonina.

Un indicador significativo es tener demasiadas ganas de comer a todas horas chocolate, dulces, pasta, pizza, entre otros. Esto significa que nuestro cuerpo requiere sintetizar serotonina y demanda, más de lo habitual, alimentos ricos en triptófano o que aporten energía en forma de azúcares rápidos o lentos.

Otros indicadores que revelan que algo no va bien son:

• Sensación de fatiga y falta de energía
• Problemas para conciliar el sueño o, lo contrario, dormir mucho
• Apatía y desmotivación
• Problemas digestivos, como un intestino irritable
• Falta de autocontrol emocional
• Actitud pesimista, cualquier decisión cuesta más

Si te sientes identificado con varios de estos síntomas, es recomendable consultar con un especialista en salud mental para valorar la situación y, si es necesario, iniciar un tratamiento adecuado.

1. Es importante tener una alimentación equilibrada.
2. Mantener una actividad física constante y moderada, ya que esto estimula la producción de serotonina. Vale cualquier tipo de deporte o actividades moderadas como caminar, hacer yoga, montar en bicicleta, etc.
3. Bajar el nivel de estrés: otra recomendación, sobre todo para las personas que llevan una vida estresante, es practicar meditación, ejercicios de respiración o técnicas de relajación y, muy importante, cuidar el sueño.
4. Marcar nuevos objetivos: hay que generar nuevos objetivos o proyectos que nos motiven, cambiar de vez en cuando de actividades. Viajar y tener varias actividades de ocio ayuda a mejorar nuestra filosofía de vida e incrementan la sensación de bienestar.
5. Realizar actividades al aire libre: no debemos olvidarnos de hacer actividades al aire libre, porque la luz solar es esencial para la generación de serotonina.

Todas estas recomendaciones son consejos generales para mantener de forma natural
nuestra serotonina en niveles saludables.

Si llevas tiempo sintiéndote apagado, con poca energía, desmotivado o emocionalmente desconectado, podría haber un desequilibrio en los niveles de serotonina. Este tipo de alteraciones, cuando se prolongan en el tiempo, puede derivar en problemas más serios como la depresión crónica o el trastorno depresivo persistente (también conocido como distimia).

En estos casos, es fundamental consultar con un profesional de la salud mental que pueda realizar un diagnóstico adecuado y valorar las posibles causas del malestar.

A partir de ahí, el especialista podrá recomendar un abordaje personalizado, que puede incluir cambios en el estilo de vida, ajustes en la alimentación, técnicas de regulación emocional o, si es necesario, tratamiento farmacológico.

Los medicamentos que aumentan los niveles de serotonina, conocidos como antidepresivos, ayudan a restablecer el equilibrio químico del cerebro a niveles saludables.

Sin embargo, los mejores resultados se obtienen cuando se combinan con una psicoterapia especializada, como la terapia cognitiva. Esta combinación no solo alivia los síntomas, sino que también permite trabajar sobre los patrones de pensamiento, interpretación y comportamiento que contribuyen al problema, reduciendo así el riesgo de recaídas a largo plazo.

En el Centro Manuel Escudero contamos con un equipo de psicólogos y psiquiatras con más de 30 años de experiencia en tratamientos multidisciplinarios.

Te ofrecemos un acompañamiento cercano y personalizado, tanto presencial como online, para ayudarte a recuperar el bienestar emocional.

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