Una relación tóxica es aquella en la que el vínculo entre dos personas genera malestar emocional en la cual una o ambas personas involucradas experimenta(n) emociones o comportamientos negativos de forma recurrente y constante.
Con el tiempo, este tipo de relaciones, en lugar de aportar bienestar, apoyo o crecimiento, puede afectar seriamente la salud emocional y psicológica. Se caracterizan por dinámicas negativas, inestabilidad y comportamientos dañinos, como la manipulación, el control limitante hasta el desprecio o la dependencia excesiva. En algunos casos, con el tiempo, pueden terminar en violencia verbal o física.
Por eso, reconocer las señales de una relación tóxica es el primer paso para poder poner límites, protegerse y buscar ayuda profesional si es necesario.




